UBICACION GEOGRAFICA
La prehistoria empezó en África. En comparación con otras partes del mundo, la prehistoria terminó relativamente temprano en algunas regiones de África (como Egipto, donde la escritura jeroglífica apareció alrededor del 3000 a. de N. E.) pero en otras zonas aún prevalecen sociedades que viven en un estado prehistórico (sin escritura y con tradición oral).
La aparición del ser humano prehistórico en Asia y en Europa tuvo lugar hace unos 2.5 millones de años y 700 mil años en el hemisferio sur, mientras que en las regiones del norte, que eran más frías e inhóspitas, tardaron en poblarse. En estos continentes, la aparición de la escritura, que marca el fin de la prehistoria, varió: tan temprano como 3300 a. de N.E. en Mesopotamia y en el Valle del Indo; en China y en el Egeo la escritura apareció en el segundo milenio a. de N. E.; en Italia alrededor del año 800 a. de N. E.; y después del año 1000 d. de N. E. en las regiones del norte de Europa.
Se cree que los primeros hombres llegaron a América hace 60 mil años. En este continente, el final de la prehistoria se ha relacionado con las exploraciones europeas (en Norteamérica por los vikingos alrededor del año 1000 de N. E. y en México y Sudamérica a partir del siglo XV) o bien a partir de la emergencia de culturas complejas en el área de Mesoamérica, hacia el año 1000 a. de N. E.
En Australia se encontraron restos de seres humanos de hace 50 mil años. Parece que la Polinesia comenzó a poblarse en los primeros siglos de Nuestra Era y Nueva Zelanda hasta el año 800 d. de N. E. Las exploraciones europeas de los siglos XVII y XVIII pusieron fin a la prehistoria en esta zona del planeta.
Lo anterior muestra la diferencia cronológica de la prehistoria de un continente a otro o incluso en el mismo continente. Las civilizaciones florecieron en distintos medios naturales, que condicionaron su forma de vida y su expansión cultural. Esto nos explica la complejidad del término prehistoria. Para evitar confusiones, tal vez sería mejor hablar de varias prehistorias.
A pesar de las limitaciones, es posible establecer en un esquema general las etapas básicas del desarrollo de las sociedades prehistóricas: Para los cazadores-recolectores, la talla de utensilios arcaicos vino primero, después el dominio del fuego, luego la aparición de las primeras esculturas, y finalmente apareció la expresión artística hace 30 mil años.
Después, durante la revolución Neolítica, la humanidad logró la producción de alimentos con la domesticación de plantas y animales. Luego vino la especialización de los individuos, la emergencia de unidades sociales, el ascenso al poder de una clase política en comunidades organizadas y finalmente la creación de un esquema urbano y la invención de la escritura. Este proceso comenzó en Sumeria en el año 4000 a. de N. E.; en el Valle del Indo en el año 3 000; en China y el Egeo en el año 2 000 y en México en el primer milenio a. de N. E.
HISTORIA
La prehistoria es el período que comprende desde la aparición de los primeros homínidos, unos 2.500.000 años atrás, hasta alrededor del 3000 a. C. con la invención de la escritura en la región de la baja Mesopotamia, momento en que se inicia la historia de la humanidad.
Fue una extensa era cuyo origen data de los vestigios más antiguos de herramientas para cazar hechas de piedra, luego continuó con la evolución de la especie humana que aprendió a sembrar y practicar la agricultura, hasta la formación de poblaciones y ciudades-estado con sus propias normas y ritos religiosos, antes de que se inventara el sistema de escritura.
DOCTRINAS RELIGIOSAS
Ritos funerarios: suelen ser de una importancia y complejidad extremas, pues normalmente la no correcta celebración de estas ceremonias supone la conversión del difunto en un espíritu rabioso y vengativo en lugar de un antepasado espiritualmente benefactor para el grupo. De ahí la importancia de traspasar correctamente al difunto del mundo de los vivos al mundo de los espíritus o antepasados.
Mitos de la creación: Los símbolos del caballo, el toro, el laberinto, el hacha, la serpiente, o la diosa, aparecen de forma recurrente en los mitos y leyendas de numerosas culturas; pero todos ellos hunden sus raíces en la Prehistoria. Saber interpretarlos es necesario para entender cabalmente las creencias de nuestros antepasados, pues no dejan de constituir una materialización de sus mitos. El arte prehistórico puede ser considerado, de ese modo, una herramienta de enorme valor para indagar en nuestro pasado y en los orígenes de las creencias religiosas del ser humano. Este libro aborda una rigurosa interpretación de las primeras manifestaciones artísticas, como pórtico al conocimiento de la Prehistoria. Su lectura nos revela la naturaleza última de la «primigenia religión»: un culto a la Diosa Madre, a la Madre Naturaleza y a los astros, codificados bajo diversas formas animales. De ella derivarán todos los cultos posteriores. Sus aspectos esenciales se mantendrán incólumes en los principios constituyentes de múltiples religiones, y en el legado cultural que encarnan los mitos y leyendas populares que conforman el acervo de la memoria colectiva. Así, lograremos comprender y analizar con mayor precisión el presente, a partir del conocimiento de los símbolos que presidían la vida de nuestros ancestros.
DIOS,DIOSES:
1. Chalchiuhtlicue, ‘La que tiene su falda de jade’. Para los mexicas fue la diosa de los lagos y corrientes de agua. Chalchiuhtlicue fue considerada también como la más importante protectora de la navegación costera en el México antiguo.
2. Chaac. Deidad maya asociada al agua y la lluvia. Era invocado para obtener abundancia en las cosechas. Moraba en cuevas y cenotes, los cuales eran portales a Xibalbá (inframundo maya). En sus representaciones se le caracteriza por poseer una larga trompa y una hacha con la que provocaba los truenos en el cielo.
3. Tláloc, ‘Néctar de la tierra’. Para los antiguos mexicas él era el encargado de las lluvias y se hacían diversas ceremonias para honrarlo. Fray Bernardino de Sahagún y Alfredo Chavero lo describen como el dios del rayo, de la lluvia y de los terremotos.
4. Pitao Cocijo. Divinidad zapoteca de la lluvia y la tormenta. Comparable a Chaac de los mayas y a Tláloc mexica. Algunas veces aparece con una vasija entre las manos, así como una máscara que le rodea los ojos, con colmillos y lengua bífida.
5. Dzahui. Dios mixteca de la lluvia y su principal patrono. Esta civilización se consideraba como el “ñuu dzavui” (pueblo de la lluvia) y pensaban que Dzahui los protegía, pero fue petrificado cuando el Sol (Ndicahndíí) apareció en el firmamento.
LIBRO SAGRADO
LUGAR SAGRADO
ANIMAL SAGRADO